INDUSTRIA AERONÁUTICA

México: Planean construir dos biorrefinerías de combustible para aviación

La Secretaría de Energía (Sener) informó que se elaboró un plan, con participación de la academia, el gobierno y la iniciativa privada para construir dos biorrefinerías, que podrían estar listas en los años 2026 y 2030, para producir 750 millones de litros de bioturbosina para aviones. Todavía no se consolida la cifra de inversión que requiere este proyecto, pero se afirma que puede ser financiado con recursos privados y públicos. El documento será entregado al equipo del gobierno electo, encabezado por Andrés Manuel López Obrador.

El subsecretario de Planeación y Transición Energética de Sener, Leonardo Beltrán, explicó el origen y evolución de este proyecto durante el Primer Congreso Nacional de Bioturbosina, en la Ciudad de México. El funcionario indicó que el plan se elaboró con participación de grupos privados y con instituciones apoyadas por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

La fabricación de bioturbosina es actualmente tres veces más cara que la turbosina normal extraída de hidrocarburos, pero hace ocho años era 300 veces más cara que la turbosina normal.

La flotilla mundial de aviones comerciales es de alrededor de 25 mil unidades y utilizan 140 billones de litros de turbosina al año, de los cuales, sólo 12 millones de litros no son de origen fósil, es decir, corresponden a bioturbosina, un combustible producido a partir de la biomasa, materia de origen animal o vegetal susceptible de ser usada energéticamente.

TRANSICIÓN PAULATINA. El 1 de abril de 2011 se llevó a cabo el primer vuelo con bioturbosina en México, el cual utilizó 27 por ciento de este combustible en el total de su carga. En el mismo año se realizó el primer vuelo transoceánico comercial con biocombustible, que requirió 25 por ciento de bioturbosina: partió del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México con destino a Madrid, España.

Respecto a la normatividad internacional sobre el uso de la bioturbosina, se ha establecido que se debe adicionar al combustible de origen fósil (turbosina) en porcentajes de mezcla que van de 20 por ciento a 50 por ciento dependiendo de la tecnología y la biomasa que se utilicen. Sin embargo, a futuro se espera que los nuevos motores de las aeronaves puedan usar los biocombustibles en un 100 por ciento.

El subsecretario Leonardo Beltrán recordó que en octubre de 2009 la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), organizó la Reunión de Alto Nivel sobre Aviación y Cambio Climático, en la que se aprobó un Programa de Acción para hacer frente a las emisiones de dióxido de carbono.

Entre las acciones que se incluyeron en dicho programa están el crecimiento neutro de carbono a partir del año 2020 y la reducción de 50 por ciento de las emisiones de CO2 respecto a los niveles de 2005. Y, con el fin de cumplir con estas metas internacionales se ha invertido en el clúster bioturbosina, uno de los cinco capítulos que conforman el Centro Mexicano de Innovación en Bioenergía, señaló Beltrán Rodríguez.

“De ahí que tenemos el compromiso internacional del sector de la aviación para ser sustentable. La estrategia es promover el uso de combustibles y tecnologías limpias con una visión de largo plazo, la cual debe estar acompañada de un marco jurídico que permita en los próximos años tener dos biorrefinerías con capacidad de 750 millones de litros anuales de bioturbosina o combustible renovable de aviación”, indicó…

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