La compañía estatal argentina, que supo ofrecer seis frecuencias semanales puras entre Buenos Aires y Caracas con A340 durante el gobierno de Cristina Fernandez de Kirchner, pasará a contar a partir del 1º de agosto con solo dos vuelos con B737-800.
Durante el fin de la gestión de Mariano Recalde y el ingreso de Isela Costantini, Aerolíneas ofrecía siete frecuencias semanales con B737-800 que, previa escala en Caracas, seguían según los días a Punta Cana, Cancún y La Habana.
La idea de utilizar la capital venezolana como escala técnica en sus vuelos al Caribe obedecía, según la gerencia comercial de entonces, al intento de reducir, por la absorción de los pernoctes de las tripulaciones y la carga de combustible, la deuda que el gobierno bolivariano tenía con la empresa Argentina. La actual administración decidió este año pasar los vuelos a Punta Cana y Cancún a A340, por lo tanto directos, para reforzar la operación al Caribe, y levantar a partir del 1º de agosto los dos vuelos semanales a La Habana que hacían escala en Caracas.
Eso determinará que a partir de ese mes solo habrá dos frecuencias -lunes y sábados- entre Argentina y Venezuela con B737-800. "La posibilidad de modificar esta programación, dicen en Aerolíneas, dependerá de cómo se mueva la demanda pero también de cómo evolucione la cuestión política allí. Hoy no hay necesidad de operar por la cuestión dólare".