¿Quién dice que las vacaciones tienen que ser poco saludables? La creciente popularidad de los retiros de salud y bienestar es testimonio del interés por el cuidado físico y espiritual en aumento, incluso de vacaciones. Ya sea que se trate de una clásica escapada de spa, clases de cocina de raw food, un retiro de yoga de lujo o una expedición de trekking en la Patagonia, todas son excelentes excusas para unas vacaciones saludables.
En el mundo, el turismo de bienestar es, según la guía turística Lonely Planet, el sector de más rápido crecimiento de la industria con un aumento del 10% este año. Estados Unidos es el mayor mercado nacional de turismo de bienestar, aunque China se encuentra obteniendo grandes ganancias.
«Los viajeros que eligen este tipo de viajes son aquellos que tal vez se sienten presionados por sus vidas profesionales, viven en una vorágine cotidiana intensa, y buscan sortear esta intensidad. Es un cambio de mentalidad que le permite al viajero detenerse a contemplar y disfrutar de los momentos y espacios de ocio, alimentarse bien y cambiar los hábitos de viaje para reconectarse con uno mismo y poder vivir las vacaciones de una forma diferente», indicó en diálogo con Infobae Nicole Moscovich de Turismocity.
«Hay tantas combinaciones nuevas de destinos de viaje que se centran en experiencias ‘saludables’, que atraen tanto a hombres como a mujeres, por precios cada vez más asequible», explicó Susie Ellis, directora general del Global Wellness Institute (GWI) acerca del crecimiento de esta categoría.
Los viajeros del mundo toman alrededor de 586 millones de viajes de bienestar cada año, según el Global Wellness Summit. De hecho, el nicho del turismo de bienestar abarca el 15% de los viajes globales, solo superado por el turismo cultural. Los viajeros de bienestar gastan aproximadamente un 130% más que el viajero promedio.
Entender el descanso como eje central es clave para despojarse de las presiones horarias, de las visitas obligatorias, y para no estar pendiente de los dispositivos móviles y las redes sociales, favorecen al buen disfrute y un bienestar integral que se complementa con las preferencias de cada viajero: actividades outdoor, ejercicios de leve impacto, alimentación saludable, impresión cultural o escapadas ecológicas no tradicionales», aseguró a Infobae María Eugenia Cartasegna, manager de producto turístico de Bibam Group, el holding que controla Avantrip y Biblos Travel.
Los viajeros que lo eligen lo hacen con el objetivo de descontacturarse física y emocionalmente, huirle a la rutina y a su frenetismo, acuñar experiencias de vida además de fotografías. Buscan- sin duda alguna- fusionarse durante el viaje con el lugar y sus modos para que el bienestar sea holístico.
Comida para el cuerpo, la mente y el alma
La definición de alimentación saludable abarca muchos estilos de cocina. Sin embargo, lo que tienen en común los alojamientos o experiencias que la ofrecen es la indiscutiblemente deliciosa experiencia gastronómica, ya que los viajeros de bienestar no sacrifican el sabor por la salud.
Para Moscovich, en la actualidad, el turismo de bienestar le da mucha importancia a la curación y sanación de los cuerpos desde la alimentación. En algunos lugares, las cocinas orgánicas son tan frescas que los huéspedes pueden elegir la materia ellos mismos. Allí, los expertos en nutrición educan a los huéspedes sobre cómo nutrir el cuerpo y el alma a través de una dieta equilibrada.
«A su vez, -agregó la experta en viajes- estas nuevas modalidades motivan muchas veces a que el viajero busque hospedarse o al menos tener conocimiento de lugares donde pueda comer bien y sano. A veces uno por viajar y tener poco tiempo para comer termina perjudicando sus hábitos saludables de alimentación. La movida de ‘viajeros conscientes’ buscan disfrutar del momento de viaje sin dejar de lado el cuidado personal».
La comida de la granja a la mesa es otra tendencia de bienestar culinario, y muchos alojamientos le dan vida a la perfección. Las propiedades o granjas que funcionan como alojamientos demuestran la generosidad de sus jardines, panadería, carnicería y lechería en las comidas que sirven a quienes los visitan.
«Los alojamientos de este tipo tienen una oferta muy variada que incluye menús veganos, vegetarianos, detox o a medida en sus restaurantes; cuentan con espacios abiertos, en donde priorizan la luz y la ambientación adecuada para contribuir al disfrute del viajero», sostuvo Cartasegna.
Experiencias exclusivas basadas en la exploración de los sentidos
En los hoteles que se ofrecen tratamientos de spa, se destacan las experiencias exclusivas. A menudo, estos tratamientos únicos surgen de la cultura o los alrededores naturales del destino. «Los alojamientos que predominan para esta categoría son aquellos que incluyen en sus servicios spa, espacios de recreación, atención personalizada y tratamientos de belleza», advirtió Gaston Tudesco, experto en viajes de la agencia de turismo TTS viajes.
Desde masajes terapéuticos hasta fitoterapias, que tratan condiciones con plantas medicinales, son algunos de los tratamientos más innovadores de la materia. El último emplea más de 40 plantas para crear infusiones de hierbas personalizadas y lograr una variedad de objetivos, incluida la relajación, la digestión y la purificación del cuerpo…