AEROLÍNEAS

María del Pilar Del Águila: “El rol de la mujer ha avanzado mucho a lo que era años atrás”

Con 38 años, y poco más de 17 de experiencia en la aviación, la primera capitana mujer de SKY Airline en Perú nos cuenta su trayectoria que la posiciona dentro del sector en el Perú.

Tu papá fue piloto, ¿cómo influyó para que decidas seguir la misma profesión?

Quise serlo desde muy pequeña. Cuando yo nací mi papá ya era piloto. Nos llevaba a mi hermano y a mí desde muy chiquitos en avionetas. Subíamos y cuando la nave estaba en tierra, me enseñaba cómo manejarla. Incluso tengo fotos en la cabina con 3 o 4 años. Siempre me gustó, me llamó la atención cómo funciona un avión. Después, cuando veía películas, como Aladino, le agarras más interés. Quería saber cómo se ve el mundo desde arriba, una perspectiva totalmente distinta.

Imagino que tenías juguetes relacionados…

Claro, pero eran aviones de la Barbie piloto que recién había salido cuando era pequeña. Actualmente, todavía la conservo en su caja. Mis hijas tienen las versiones más nuevas de ese mismo personaje. Pero sí, siempre nos llamó la atención a mi hermano, que también es piloto, y a mí.

¿Qué es lo que más disfrutas de tu profesión?

Es un trabajo que no es monótono, es súper dinámico. Todos los días son totalmente distintos. Si bien requiere un esfuerzo de levantarse de madrugadas, cuando te pones el uniforme, se te olvida todo. Tienes la mejor oficina que puedes imaginar, miras a un lado y ves montañas, giras y ves ríos, paisajes hermosos, amaneceres, atardeceres. Además, me gusta que sea un trabajo en equipo. El capitán es quien toma las decisiones, pero creo que es un contacto con todos, que es lo que la convierte en una profesión diferente. El personal de tráfico, mecánicos y la tripulación. También valoro mucho el contacto con los pasajeros.

¿Dónde estudiaste, cuál fue tu formación como piloto?

Estudié en Estados Unidos. El piloto privado lo hice en Los Ángeles cuando tenía de 17 para 18 años. Al principio era menor de edad y me mandaron a la casa de una tía que en ese entonces vivía ahí. La preparación para ser piloto consta de tres licenciaturas. La primera parte de la carrera la hice en esa ciudad y el resto lo terminé en Daytona (Florida) cuando ya había cumplido la mayoría de edad. Me fui a experimentar lo que era vivir sola. Las primeras semanas llamaba a mi mamá para pedir ayuda. Son experiencias que te van fortaleciendo, a ser independiente, a cuidarte.

Lamentablemente, aún hay muy poca presencia femenina en la profesión. ¿Había más mujeres en la carrera cuando estudiaste en Estados Unidos?

En ese momento, no. Es más, cuando estaba en Daytona, una escuela en la que habremos sido unos 100 alumnos, solo éramos 4 pilotos mujeres de distintos países. Una de Sudáfrica, otra de Túnez y una de la India. Yo era la única latina del grupo. Por supuesto, había norteamericanas, pero eran instructoras.

Imagino que aquí encontraste otra realidad, donde la profesión era casi exclusiva para hombres…

Claro que sí, era una creencia muy antigua en todo el mundo, antes se consideraba una carrera vista más para hombres que para mujeres. Era algo imposible de alcanzar para nosotras. Una de ellas fue Amelia Earhart, la primera mujer aviadora que cruzó el Atlántico. Incluso hay un libro super interesante de cómo ella se hizo piloto, cuando el machismo estaba en todo su esplendor.

¿Cómo fue tu experiencia en el Perú?

Mariyol Alcázar, la primera capitana mujer del Perú, que yo conozco desde que era chiquita porque trabajaba con mi papá, me dio un libro para leer que se llamaba “La mujer piloto”. Fue súper interesante. Recuerdo que nos visitaba en casa, yo estaba en segundo o tercero de media, y ella sabía que siempre quise ser piloto. Entonces me decía: “Claro que lo puedes hacer”. Pero algunas personas nos decían: “Sí, pero ustedes son todas flacuchentas, y tienen que tener fuerza”. Mariyol respondía “¿Fuerza para qué? Olvídate, el avión es hidráulico”.

¿Eran los hombres los que decían eso?

Exacto, era su ignorancia. Algunos decían: “cuando te falla el motor tienes que tener fuerza”, porque debes compensar con los pedales”. Entonces tú me veías a mí de chiquita haciendo pesas para poder tener un poco de “punche”, pero nada que ver. Mariyol me decía: “La gente te va a querer desanimar, pero tú sigue tus sueños, alcánzalos. No hay nada de diferente, todo es igual”.

¿Cómo fue trabajar en el Perú con este tipo de prejuicios?

Cuando yo regresé al Perú, efectivamente, éramos pocas. La exigencia era totalmente distinta. Siempre nos veían todo, la posición, cómo te sientas, hasta los aretes, el color de uñas; se fijaban en más detalles. Eran exigencias distintas que para los hombres. Pero si tú lees tus manuales, procedimientos, no pueden decirte nada porque cumples con los estándares de un entrenamiento para todos.

¿Cuál ha sido tu experiencia profesional hasta la fecha como piloto?

Estudié en Estados Unidos, saqué las licencias que te mencioné y regresé al Perú. Entré a una aerolínea donde estuve 7 años hasta que tuve a mis dos hijas. Como se llevan un poco más de un año, decidí dedicarme a cuidarlas. Luego de un año, volví a trabajar. En esa empresa estuve un tiempo, y ahora estamos aquí en SKY.

¿Alguna vez has recibido algún comentario negativo de parte de tus compañeros?

Realmente, no he tenido experiencias desagradables con compañeros, siempre hay respeto, saben el cargo que tienes. Cuando he sido copiloto, mis capitanes estaban para enseñarme y me ayudaban si tenía alguna duda. Asimismo, cuando ascendí a capitán, mis compañeros se sentían orgullosos y hasta me pedían consejos. Me preguntan cómo hice, qué les recomiendo para que puedan ascender también. Actualmente el rol de la mujer está super avanzado a lo que era hace muchos años.

¿También recurren a ti chicas que deseen seguir la profesión?

He tenido varias que vienen y me preguntan qué es lo más difícil para ingresar a la profesión. Yo les digo que deben ser constantes, estudiar un montón. Si bien es cierto, cuando empieza un curso de, por ejemplo, 10 alumnos, 7 son hombres y 3 mujeres. Lo que yo les recomiendo es demostrar su responsabilidad. También deben acostumbrarse a estar en una cabina de hombres, porque ellos se expresan distinto, en cuanto a palabras y gestos. A veces hablan fuerte y no es que estén gritando.

En ese momento tienes que mantenerte concentrada sin ninguna distracción, y saber controlar ese tipo de situaciones…

Tienes que permanecer tranquila, y saber transmitir a la otra persona esa calma. Una vez en Cusco tuve una falla siendo copiloto, y el capitán se puso un poco nervioso. En ese momento, tuve que calmarlo para que tome las decisiones correctas. Al finalizar, me agradeció. “Mariapili, gracias porque me tranquilizaste y me hiciste ver la figura de otra manera”, me dijo.

¿Ese podría ser un aporte de las mujeres piloto?

Yo creo que sí porque tenemos algunas cualidades como el ser mucho más meticulosas. Por eso quizás en el mundo de la aviación dicen que somos más precisas y cuidadosas, abarcamos varias cosas al mismo tiempo. Es un punto a favor para nuestro trabajo.

Con los pasajeros, ¿has tenido algún inconveniente o algún comentario quizás?

Vas a tener de todo, hay pasajeros que te miran y te dicen que están super felices, contentos de que una mujer esté al mando. Los más emocionados son los que vuelan por primera vez y con una mujer. Pero también hay personas que entran, te miran y se sorprenden como “Oh, una mujer me va a llevar, qué miedo”. A veces ocurre, como cuando estamos en el carro y se quejan “¿Quién estará manejando? Debe ser una mujer”. Se les explica, y al final, se respeta porque no todos han tenido este tipo de contacto.

Con 17 años de experiencia, has sido testigo de los cambios y mejoras de la profesión y la mayor presencia de mujeres en ella…

Claro que sí, hemos mejorado un montón en lo que es nivel nacional. En SKY Perú, el porcentaje es de 9% de mujeres piloto, un número que puede mejorarse, pero SKY es la compañía que más mujeres pilotos tiene en el Perú. Así aplicamos el lema de la aerolínea: “Poner el cielo al alcance de todos”. No solo eso, como compañía estamos en 48% de presencia femenina. Eso es lo que se busca, que todas se unan y sumen a la igualdad de oportunidades, tanto en roles como piloto, gerencia o temas administrativos…

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