«Moderadamente ilusionados» con el nuevo plan de futuro de Iberia que todavía se desconoce, pero impacientes ante un acuerdo global que ya tarda demasiado. Así están los pilotos de la aerolínea según el responsable del sindicato Sepla para la compañía, Justo Peral.
-¿Cómo se encuentran las negociaciones con Iberia?
-Avanzando, aunque lentamente. Parece que el nuevo consejero delegado -Luis Gallego sustituyó a finales de marzo al polémico Rafael Sánchez-Lozano- viene con ganas de recomponer la compañía y de que vuelva a crecer, porque de lo contrario está condenada a muerte. Y con esas expectativas, estamos moderadamente ilusionados.
-Pero la anterior dirección, básicamente, seguía las instrucciones de IAG y su consejero delegado.
-Que el señor Willie Walsh es más sensible a los intereses de British Airways que a los de Iberia parece obvio. De hecho ha salvado a la primera a costa de la segunda, segregando activos que eran nuestros como la filial de carga o Vueling. Nos han dejado sin fuelle, sin una capacidad financiera que es básica para cualquier aerolínea. Eso ha sido bueno para British, que tiene un agujero multimillonario en su fondo de pensiones, pero ha resultado malísimo para España, para Madrid (Barajas) y para Iberia en particular.
-¿Tienen alguna oferta concreta?
-Todavía la esperamos. La diferencia es que este nuevo equipo, al menos, sí parece entender la importancia de las cesiones que estamos dispuestos a hacer, y que convertirían Iberia en la compañía de red con los costes más bajos del mundo, incluso al nivel de algunos operadores de bajo coste. El dice que viene a apostar por la empresa y sus trabajadores, cosa que no venía ocurriendo hasta ahora. Y nos consta que está preparando un nuevo plan director.
-¿Esa es la clave para que la compañía remonte el vuelo?
-Todos los colectivos venimos reclamando ese plan de futuro desde hace tiempo. A Iberia se le ha dejado en la UVI, reduciendo a casi una tercera parte su flota -de 170 a 60 aviones en toda una compañía de red- y recortando de forma brutal las rutas. Eso ha provocado que se desplomen los ingresos y se disparen los costes, al haber más personal por avión que antes de empezar el ajuste, lo cual resulta absurdo.
-¿Tan importante es renovar la flota de Iberia cuanto antes?
-Es fundamental. Solo con renovar la flota los costes operativos de la compañía se reducirían un 40%, un 25% en combustible y otro 15% en gastos de mantenimiento. Mire, los trabajadores de Iberia ni siquiera suponemos una cuarta parte de los costes. Y eso sin contar los ajustes adicionales que estamos dispuestos a asumir, y que reducirán en más de un 60% lo que a la empresa le cuesta cada hora de vuelo, amén de la rebaja salarial del 26% ya aplicada.
-¿Hasta qué punto pueden enturbiar el diálogo los contenciosos que ambas partes tienen abiertos?
-Si llegamos a un acuerdo retiraríamos todas las demandas que tenemos en los tribunales, pues ya no tendrían sentido. Igual que tampoco tiene sentido que en este grupo (IAG) se despidan empleados de uno de sus socios (Iberia), mientras los otros dos contratan gente fuera (British Airways y Vueling) en vez de trasladar personal interno.
-¿Cuánto pueden seguir esperando a que se llegue a una solución?
-Dado que el deterioro de Iberia no se ha parado, o llegamos a soluciones ya o la compañía morirá. No podemos esperar más. Queremos recuperar buena parte de las rutas perdidas y aumentar la flota, porque con 60 aviones no aguantaremos en el sector. Decir que un destino es deficitario resulta engañoso. Para una compañía de red lo importante es lo que le da un cliente en conjunto. Traerlo a Madrid desde Berlín o Alicante igual no es rentable, pero llevarlo luego a América Latina o EE UU sí sale muy a cuenta. Pero eso ya no lo hacemos y sí British, ¿por qué? La empresa debe explicar ese ‘error’ y corregirlo.
-¿La suerte de Iberia es clave para el futuro de Barajas?
-A las pruebas me remito. Con el plan de ajuste, el negocio de Barajas ha descendido de forma importante, penalizando mucho la economía y el turismo de Madrid, sin olvidar la rémora que puede suponer para la privatización de Aena. El proyecto del equipo anterior lo hubiera convertido en un aeropuerto ‘low cost’ por el agotamiento de Iberia, donde mandarían ese tipo de operadores, algo que no quiere ninguna ciudad importante de Europa.
-¿Debería dar el Gobierno una respuesta firme ante esta situación?
-No soy quien para dar consejos, pero lo que deberíamos hacer todos es apostar por Iberia y parar este deterioro ya. Necesitamos capacidad financiera y no sé cómo se puede pedir… o exigir. Se han invertido 7.000 millones de euros de dinero…
